NARRATIVA
COMPLETA
EDGAR ALLAN POE
Edgar A. Poe: su vida y sus obras
…algún maestro desventurado a quien la
inexorable Fatalidad ha perseguido
encarnizada, cada vez más encarnizada,
hasta que sus cantos no tengan más que
un solo estribillo, hasta que los cantos
fúnebres de su Esperanza hayan adoptado
este melancólico estribillo: «¡Nunca!
¡Nunca más!»
EDGAR A. POE, El cuervo
En su trono de bronce el Destino se burla,
de amarga hiel empapando su esponja,
y la Necesidad es para ellos tenaza.
THÉOPHILE GAUTIER, Tinieblas
I
En estos últimos tiempos compareció ante nuestros tribunales un desdichado cuya
frente estaba marcada por un raro y singular tatuaje. ¡Desafortunado! Llevaba él así
encima de sus ojos la etiqueta de su vida, como un libro su título, y el interrogatorio
demostró que aquel extraño rótulo era cruelmente verídico. Hay en la historia literaria
destinos análogos, verdaderas condenas, hombres que llevan las palabras «mala suerte»
escritas en caracteres misteriosos sobre las arrugas sinuosas de su frente. El ángel ciego
de la expiación se ha apoderado de ellos y los azota con uno y otro brazo para ejemplo
edificante de los demás. En vano su vida revela talento, virtudes, gracia: la sociedad
tiene para ellos un anatema especial y acusa en ellos las lesiones que les ha causado.
¿Qué no hizo Hoffmann para desarmar al Destino, y qué no realizó Balzac para conjurar
la fortuna? ¿Existe, pues, una Providencia diabólica que prepara la desgracia desde la
cuna, que arroja con premeditación naturalezas espirituales y angélicas en medios
hostiles, como a mártires en los circos? ¿Existen, pues, almas santas y destinadas al altar,
condenadas a ir hacia la muerte y hacia la gloria a través de sus propias ruinas? La
pesadilla de las Tinieblas, ¿asediará eternamente a esas almas elegidas? En vano se
agitan, en vano se forman para el mundo, para sus previsiones y asechanzas;
perfeccionarán la prudencia, taparán todas las salidas, acolchar