El adorador insatisfecho
Salmo 103: 5
Rom 8:(19-)25
El Señor sacia nuestra alma: es bueno, nos
bendice, nos llena de gozo, protege, etc. todo
lobuelo que es él.
Pero tbn somos adoradores
insatisfechos,
personas que sólo vemos en parte. Llevamos una
“santa frustración”
“La adoración no satisface nuestra hambre por Dios, sino que despierta nuestro
apetito”
¿Cómo afecta esta insatisfacción tu fe? (La aumenta? La disminuye?)
Tres aspectos que nos convierten en adoradores insatisfechos:
1. Sólo hemos vislumbrado la gloria de Dios (unas pocas gotas del océano de su
esplendor)
• Vivimos con constante sed y anhelamos más de Él. Cuanto más vemos de Jesús
sabemos que hay tanto más por descubrir y conocer. Mientras más nos toca y
obra en nuestras vidas, más nos damos cuenta de que lo necesitamos.
2. Somos adoradores inconclusos. Anhelamos que su obra sea concluida en nosotros.
• Observar nuestras vidas; nuestros altos y bajos. Vemos como Él ha ido
trabajando y restaurando nuestros corazones, pero ciertamente estamos
inconclusos. Podemos sentir una y otra vez los pinchazos del pasado, de los
cuales sólo seremos libres en el cielo.
• Permaneceremos como adoradores insatisfechos, lesionados por algunas cosas,
pero profundamente agradecidos y llenos de esperanza*
3. Somos peregrinos en una tierra extranjera, dolorosamente conscientes de los
problemas que nos rodean. Miramos a través de los ojos de Dios y vemos cuan
imperfecto está todo.
• Adoradores desean marcar una diferencia, no pueden hacer vista gorda
• Debemos ser intercesores.
• Si vamos a tener integridad en nuestra adoración, en algún momento este deseo
deberá transformarse en acción
• Adorador no solo con mis labios sino con mi vida*
Estas 3 cosas fortalecen nuestra resolución de preservar nuestra fe. Sólo vemos
suficiente como para tener esperanza y propósito en nuestro andar, mientras
miramos al horizonte, esperando alcanzar la gloria de Dios.
¿Qué es la fe?_________________________________________________________