EL CONSERVANTISMO EN CHILE DURANTE EL SIGLO XIX.
“Un partido como el mío -decía un conservador chileno hace
pocos años- que no fue concebido en la cátedra, ni se nutre en las
bibliotecas, sino que obedece a una reacción espontánea del alma
nacional es, por encima de todo, un modo de pensar, de sentir, y
de obrar ante los hechos conscientes del devenir chileno. Pretender
reducirlo a fórmulas, introducirlo en marcos rígidos, es quitarle lo
mejor que tiene: su proíünda autenticidad y su impulso vital””.
Esta reflexión no es aislada, es parte del acervo de los conservadores
chilenos, tarea nuestra es comprobar su autenticidad.
En Chile el pensamiento conservador surge de hecho, de la
realidad bstórica. La prolongada anarquía que siguió al período
de la Independencia, füe uniendo a los hombres de criterio con
sentido de orden. Había una necesidad imperiosa de frenar el caos.
Esta mentalidad instintiva triunfa en Lircay. Antiguos pelucones
IO. Francisco Bulnes Sanfuentes en Partidos Polítiros Chiknos , Sergio Guilisasti,
Editorial Nascimento, Santiago, 1960, p. 32.
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-comprendidos los criollos que provenían de la llamada aristocracia
castellano-vasca-, estanqueros y pipiolos moderados se unen e
inician el reordenamiento del país. Suelen a veces denominarse
conservadores para identificar esta tendencia que surge y que se
afianza en los primeros decenios. El término lo acuña la corriente
opositora al Gobierno de Freire en el Senado conservador de I823
y comienza a ser liderada por el carismático Diego Portales. La
Constitución de I933 pasa a ser la expresión legal de este
pensamiento y crea en el país una tradición constitucionalista.
El conservantismo chileno nace republicano, según se ha
insistido, y recibe estos ideales como un legado de la
Independencia, a diferencia de los movimientos conservadores
europeos que son monárquicos. Durante los Gobiernos de Prieto,
Bulnes y Montt, que se constituyen en la etapa más característica
conservadora pelucona, se desarrollan los principios de ord