El Testimonio de K.H. Geis
¡El peor enemigo de la verdad , no es la mentira evidente
sino lo que más se parece a la verdad!
Cuando conocí por primera vez a los Testigos de Jehová, yo tenía solo 17 años. Aunque era católico de nacimiento,
nunca había tenido una Biblia en mi mano, hasta que me tropecé con los TJs .Mis conocimientos de los evangelios se
limitaban a las historias cortas sobre Jesús. Eran esas historias que se escuchaban en la misa de los domingos o se leían
en el catecismo y que casi siempre empezaban así: "En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos............".
Me quedé muy impresionado cuando un TJ atrajo mi atención sobre la fecha de 1914 que, según las profecías bíblicas,
marcaría el comienzo de la última generación antes del fin del mundo. No bastaba con que los TJ hubieran predicho
esta fecha con decenas de años de antelación, sino que además, los sucesos ocurridos desde 1914, (guerras mundiales,
epidemias, hambres, terremotos) parecían darles la razón.
Este mensaje me sedujo ,como a tantos otros millones de personas por el mundo y muy pronto empecé a predicar de
casa en casa...¡ y seguí haciéndolo durante 43 años!.
Responsabilidades cada vez mayores
En el transcurso de los años, mi celo por la obra, fue recompensado con responsabilidades cada vez mayores. Fue así
como serví de superintendente presidente en siete congregaciones. Contribuí directamente a la fundación de tres de
estas congregaciones por medio de mi actividad de tiempo completo durante 15 años. Un día, recibí de la Sede Central
de Brooklyn, NewYork, mi nombramiento como superintendente de distrito (una especie de inspector que visita
regularmente a una veintena de congregaciones).Debido a mis funciones, pasaba algunas veces semanas en las
sucursales de la Sociedad Watch Tower y llegué a tener conocimientos muy detallados sobre el funcionamiento de la
obra, especialmente sobre las informaciones confidenciales. Tenía también contactos personales con los miembros del
Cuerpo Gobernante a los que les trad