El padre del arroz dominicano
Yin Tieh Hsieh, escrito así, quizás sea impronunciable para muchos
dominicanos. Talvez debo escribir “Yintisié” o “Doctor Sié” y podamos
entenderlo. Es el nombre de un chino taiwanés que llegó a República
Dominicana en 1965 y es tan dominicano como cualquiera nacido en la
patria de Duarte. Es el honorable y respetable “Doctor Sié” en Bonao,
Santo Domingo y el mundo.
La grandeza del “Doctor Sié” está en su humanismo y sentido de
solidaridad con un pueblo al que ha dedicado 45 años de los 81 que
cumplió el 14 de abril. Esos años productivos han servido para
enriquecer a los dominicanos, poniendo más dinero en los bolsillos de
los productores de arroz y más comida en la mesa del pueblo. El “Doctor
Sié” es considerado el “Padre del arroz dominicano”, del que forma parte
en esa bandera dominicana que se tiende cada día sobre las mesas y
nutre los cuerpos de nuestros compatriotas. El “Doctor Sié” es el
hombre que hizo explotar la productividad de nuestros suelos con las
variedades de arroz “Juma 57 y 58, Prosequisa 4, 5 y 10, que en la
actualidad representan más del 80% del arroz que siembra el país”. El
“Doctor Sié” es responsable directo de 8 de cada 10 libras del arroz que
comemos los dominicanos.
Este hombre merecería tener una Estrella en el Boulevard de la Avenida
Winston Churchill, recibir un Casandra por tocar los platos de más de 2
millones de hogares y poner música en la barriga de los pobres, por
reducir la miseria, poner sus conocimientos y capacidades en favor de
un pueblo que ha sido depredado desde su descubrimiento, por
extranjeros y criollos. Pero el “Doctor Sié” vino, se quedó, ayudó y hace
22 años, a más de crear arroz, desarrolló un proyecto modelo de
bambúes y frutales en San Cristóbal, que fue quemado por manos
criminales (Cfr. Jairón Severino, “Fuego acabó con 22 años de trabajo
del Dr. Hsieh”, Listín Diario, 14 abril 2010, pp. 1, 5D). Eran bambúes y
frutales para reforestar y devolverle la vida a los suelos, reparando el